jueves, 30 de octubre de 2008

Que por Halloween era, por Halloween,


Que no hija, que no! ya sé que te gustaría darme una explicación, pero soy rencorosa y no olvido (lo siento). Pienso que por mucha confianza que una tenga, éstas cosas no se hacen y punto.
Y ahora no intentes venir con esa típica frase de "perdóname, yo no quería..." o "es que yo tampoco podía imaginarme...", porque sabes bien que en temas del corazón, algo, siempre se debe de notar.
Pero claro, tú no podías fijarte en los pequeños detalles para así, al menos, haberme dejado caer alguna "indirecta" como... "mañana cuando te digan que no atiendo a las llamadas, no se te ocurra coger las llaves para entrar en mi casa"
Ves? algo así, tan sencillo como eso y, joder, el mal trago que me podrías haber ahorrado!,
porque quiero que sepas, que después de estos ocho largos años (¡feliz aniversario!),
aún recuerdo tu cuerpo inerte, cabizbajo y sentado sobre la alfombra de aquel oscuro salón.

Pero bueno, hala, venga, que por esta tontería no iba yo a dejar de quererte!
sé que la muerte es así, y se ríe de ti cómo y cuándo le da la gana...

Qué puñetera!



(Para mi vecina Charo, que fue "la voz profunda de mis paredes")

1 comentario:

Marina dijo...

Las idas y venidas de la Dama Oscura nos deja sin ecos, sin voces, si las rememoramos parece que son,… pero estar, no están.
Un beso prenda y perdona la obviedad.