El pequeño Napoleón se cree el Rey del mambo y, subido a unas alzas, nos mira sobre (bajo) el hombro mientras le toca el culo a la Bruni. Éso es poder -piensan algunos- (menudo gilipollas, pienso yo)
Mientras, nuestros Ministros ríen esplendorosos por soltar sus carteras, que más que carteras parecían lastres, y yo me avergüenzo de sus risas y me pregunto para qué coño se metieron en política...?. Cómo se puede permitir, de la manera que están las cosas, que un tío, un Ministro de Economía -por ejemplo- suplique y patalee, como un niño con pucheros, que le dejen VOLVER A CASAAAA mientras hay millones de familias dependiendo -en parte- de él, y pasándolas pItas para pagar su hipoteca, sus negocios, o simplemente para poder llevarse un cachito pan a la boca...
Ayyyyyyyy....
2 comentarios:
Sí cielo y también ¡Salvemos a quién podamos!
Que buena tu entrada Donce, cuanta verdad?.
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