Cuando salgo de viaje, el mundo se reduce a lo que pasa por mi mente y por mis ojos, sólo me entero de lo que quiero enterarme y, por lo demás, ya se puede caer el cielo en la otra punta del mapa, que no me siento culpable de no saberlo. Pero ayer volví y, entre otras cosas, me enteré de que mi Paul ya forma parte de la tierra, y recordé que, hace poco, removiendo los armarios, había visto su foto en mi carpeta de instituto (qué gustazo era eso de darle los buenos días!), y también recordé los buenos ratos que nos hizo pasar en aquellos "sábado noche", cuando todos nos sentábamos juntos a ver la peli en la tele en blanco y negro, o cuando años después, en los domingos de invierno me tapaba con una manta y ponía una cinta de vídeo para ver a este monstruo en la pantalla, y me encantaba el color de sus ojos, y el de sus películas, y la forma de su boca... y su TALENTO!!!. Murió uno de esos pocos actores que son garantía de calidad para cualquier cosa que tocan..., otro de los grandes (uno de mis grandes, porque él y Cary Grant eran mis prefes) de esos que ya casi no quedan...
No cabe duda: el sábado murió el animal más bello del mundo
